Excusas, excusas, excusas…
No paro de escucharlas en todas las formas posibles que existen y no puedo detestarlas más.
Las excusas son la herramienta más simple, rápida y útil de utilizar para estancarnos profesionalmente y dejar que pasen nuestros mejores años profesionales sin pena ni gloria.
¿No estás de acuerdo? Te invito a rebatírmelo a través del formulario de contacto pero sin utilizar ninguna excusa.
Profundizamos en productividad, liderazgo, gestión de emociones, resolución de problemas... habilidades que suponen un punto de inflexión para todos los alumnos que ya han pasado por el programa y que también lo supuso para mi.
Podéis incluso agendar una llamada conmigo para ver cómo os encaja y sacarle el máximo provecho.
El problema es que estamos acostumbrados a usarlas demasiado a menudo y eso nos lleva a situaciones como la de que os quiero comentar en el episodio de hoy.
Atentos que esto le pasa a demasiada gente (lamentablemente).
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¡Hasta mañana!