La mediocridad nos vigila muy de cerca. Está dándonos vueltas todo el rato esperando a que nos durmamos profesionalmente para adueñarse de nuestro trabajo o, lo que es peor, de los resultados del mismo.
Y lo hace con todo.
No discrimina.
Da igual de dónde vengas, a qué te dediques o la empresa en la que estés.
Ya sabéis que están abiertas las plazas de mi programa Core Skills donde enseño las habilidades exactas que me han servido a mi para realmente tener un buen trabajo, ganarme bien la vida y, sobre todo, disfrutar mucho con lo que hago.
Profundizamos en productividad, liderazgo, gestión de emociones, resolución de problemas... habilidades que suponen un punto de inflexión para todos los alumnos que ya han pasado por el programa y que también lo supuso para mi.
Podéis incluso agendar una llamada conmigo para ver cómo os encaja y sacarle el máximo provecho.
Profundizamos en productividad, liderazgo, gestión de emociones, resolución de problemas... habilidades que suponen un punto de inflexión para todos los alumnos que ya han pasado por el programa y que también lo supuso para mi.
Podéis incluso agendar una llamada conmigo para ver cómo os encaja y sacarle el máximo provecho.
Hoy quiero reflexionar sobre ello para que seamos conscientes de que todos podemos caer en sus brazos y «morir» profesionalmente por su culpa.
Os lo cuento en el episodio de hoy.
Gracias por empezar una semana más conmigo y por vuestras valoraciones de 5 estrellas en iTunes y vuestros me gusta y comentarios en ivoox y Spotify.
¡Hasta mañana!